Las nodrizas

Todos esos niños del hospicio necesitaban alimentarse y la única manera de garantizar su supervivencia era conseguir nodrizas y, en momentos puntuales para salir del paso, leche de cabra.

La mortalidad infantil era muy elevada. Muchos recién nacidos no sobrevivían tras el parto y otros muchos morían tiempo después. El hospicio necesitaba madres que dieran el pecho a todos esos niños y por eso pagaban a las nodrizas.

Las nodrizas solían ser mujeres de familias pobres que, después de habérseles muerto un hijo, veían la manera de sacar provecho de esa leche que estaba destinada a perderse.

La leche se convirtió en un negocio para muchas mujeres, algunas sin ningún escrúpulo que, aunque sabiendo que estaban enfermas amamantaban a uno de esos bebés para ganar algo de dinero. Los niños que tenían la mala fortuna de caer en manos de una de estas mujeres enfermas, enfermaban también y morían.

A partir de la alta mortalidad de los niños del hospicio se tomaron medidas. Una de ellas era buscar nodrizas de pueblos próximos a Girona por medio de los curas. El hospicio se ponía en contacto con los rectores de los pueblos para que si sabían de alguna mujer que hubiera perdido a su bebé la convencieran para que amamantara a un bebé del hospicio. De esta manera conseguían tener una cierta garantía en cuanto a las nodrizas, mujeres de vida normal. Por otra parte también pensaban que esos niños, en un ambiente rural, en contacto con la naturaleza tendrían más posibilidades de sobrevivir. 

Muchas mujeres aceptaron a regañadientes después de muchas negativas. El cura las convencía finalmente aduciendo su deber de la caridad.

Amer, La Cellera y Osor son algunas de las poblaciones de las que salieron muchas nodrizas que amamantaban a los niños del hospicio.

Fuente consultada: Pobresa i marginació a la Catalunya il.lustrada de Miquel BORRELL i SABATER

  • Nodrizas d’Amer
  • Nodrizas de Sant Climent d’Amer

 

Deja un comentario